Qué alegría dar la bienvenida al mundo a un niño, pero más alegría es darla a dos hermanitos y todavía más cuando han sido tan deseados por su padres. En esta ocasión además tuve el placer de hacer esa tarta para regalarla y degustarla con ellos y su familia (¡¡Y es que pocas veces puedo probar mis propias tartas!!)